Opinión
Je suis pilarista
Je m’accuse, je suis pilarista, dicho sea con un acento zarrapatroso que no consiguió domar don Ángel Pueyo en “las aulas del poder”. Sí, confieso, me acuso, un punto compungido y, la verdad, acojonado de mi ignorada hasta ahora pertenencia a una conspiración entre cósmica, nacional y de barrio para dominar esto que aún llamamos España, efecto de ver el Salvados de Jordi Évole sobre el colegio Nuestra Señora del Pilar.